Lesiones en la cabeza relacionadas con la violencia
Los resultados de un estudio de ocho años confirmaron que los jóvenes con lesiones en la cabeza tienen más probabilidades de tener comportamientos violentos.
Investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Michigan encontraron que los jóvenes con lesiones recientes en la cabeza (dentro de un año del interrogatorio de la investigación) tenían más probabilidades de denunciar un comportamiento violento.
Al observar a los jóvenes durante un período de ocho años, los investigadores pudieron rastrear el impacto de las lesiones en la cabeza en la población general. Anteriormente, la mayoría de los estudios similares se realizaron en poblaciones carcelarias.
La investigación actual se publica en la revista Pediatrics.
Las lesiones en la cabeza van desde conmociones cerebrales deportivas hasta lesiones cerebrales traumáticas causadas por guerras o accidentes. La autora principal, la Dra. Sarah Stoddard, dijo que este estudio analizó las lesiones en la cabeza desde una perspectiva amplia y confirmó los hallazgos anteriores sobre el vínculo entre la violencia y las lesiones en la cabeza.
«Estas no son necesariamente lesiones deportivas», dijo Stoddard, quien también es investigadora de la Escuela de Enfermería de la UM. «Pueden provenir de accidentes automovilísticos o comportamientos violentos previos, pero respalda algunas investigaciones deportivas sobre conmociones cerebrales».
Los investigadores siguieron a un grupo de estudiantes de noveno grado en cuatro escuelas en Flint, Michigan, hasta que alcanzaron la edad adulta. Llevaron a cabo entrevistas anuales durante más de ocho años. En el quinto y sexto año, se preguntó a los participantes si alguna vez habían sufrido una lesión en la cabeza. Aquellos que respondieron «sí», alrededor del 23%, reportaron un comportamiento más violento en el octavo año del estudio.
Los investigadores estudiaron el tiempo entre la lesión en la cabeza y el comportamiento violento y encontraron que las lesiones reportadas en el séptimo año del estudio predijeron un comportamiento violento en el octavo año.
Stoddard dijo: «Descubrimos que incluso después de controlar otros factores, incluida la violencia anterior, el vínculo entre las lesiones en la cabeza y la violencia posterior es más fuerte en situaciones recientes».
Los resultados también indican que los adolescentes y adultos jóvenes que han sufrido lesiones en la cabeza que no afectaron su capacidad para participar en una entrevista de una hora pueden experimentar efectos adversos significativos en el desarrollo o el comportamiento.
Los investigadores definen la lesión en la cabeza como un golpe o una conmoción cerebral sostenida o una fractura de cráneo.
Se estima que 1,7 millones de personas sufren de TBI cada año, y esto incluye solo a aquellos que reciben atención médica, por lo que este número puede ser mucho mayor. Aproximadamente el 75% de las lesiones en la cabeza son leves y muchas personas no reciben atención médica, pero cualquier lesión cerebral traumática puede alterar la función cerebral.
Los efectos a largo plazo pueden incluir cambios en la cognición, el lenguaje y el estado de ánimo, incluida la irritabilidad, la impulsividad y la violencia.
Fuente: Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan
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