¿Qué es un trastorno del control de los impulsos?
Como humanos, la capacidad de controlar impulsos o impulsos nos ayuda a diferenciarnos de otras especies y marca nuestra madurez psicológica. La mayoría de nosotros damos por sentada nuestra capacidad de pensar antes de actuar. Pero no es fácil para las personas que tienen problemas para controlar sus impulsos.
Las personas con trastorno del control de los impulsos no pueden resistir la tentación de hacer cosas que son dañinas para ellos mismos o para los demás. Los trastornos del control de los impulsos incluyen la adicción al alcohol o las drogas, los trastornos alimentarios, el juego compulsivo, las fantasías sexuales y los comportamientos que implican objetos no humanos, la angustia, la humillación o el infantilismo, los tirones compulsivos del pelo, los robos, los incendios provocados y los arrebatos de ira intermitentes.
Algunos de estos trastornos, como el trastorno explosivo intermitente, la cleptomanía, el incendio provocado, el juego compulsivo y la tricotilomanía, son similares en cuanto a cuándo comienzan y cómo progresan. A menudo, una persona se siente cada vez más nerviosa o emocionada antes de participar en los comportamientos que caracterizan el trastorno. Durante el curso de la acción, la persona puede experimentar placer, satisfacción o alivio. Más tarde, la persona puede culparse a sí misma o sentir arrepentimiento o culpa.
Las personas con estos trastornos pueden o no planificar estos comportamientos, pero a menudo satisfacen sus deseos inmediatos y conscientes. Sin embargo, la mayoría de las personas encuentran su enfermedad muy angustiosa y pierden el control de sus vidas.
¿En qué se diferencian de enfermedades similares?
Mientras que otros trastornos pueden implicar dificultad para controlar los impulsos, esta no es su característica principal. Por ejemplo, mientras que las personas con trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) o manía bipolar pueden tener dificultades para controlar sus impulsos, no es un problema importante para ellos.
Algunos profesionales de la salud ven los trastornos del control de los impulsos como un subgrupo de otros trastornos, como la ansiedad o los trastornos obsesivo-compulsivos. Algunos medicamentos para la depresión y la ansiedad también han tratado con éxito los trastornos de impulsividad, especialmente los antidepresivos llamados inhibidores de la recaptación de serotonina. Esto sugiere que el neurotransmisor serotonina juega un papel en estas enfermedades.
¿Qué causa los trastornos del control de impulsos?
Los científicos no saben qué causa estas enfermedades. Pero muchos factores pueden estar en juego, incluidos factores físicos o biológicos, psicológicos o emocionales, culturales o sociales. Los científicos sospechan que ciertas estructuras cerebrales, incluido el sistema límbico, que está involucrado en el estado de ánimo y la función de la memoria, y el lóbulo frontal, la parte de la corteza cerebral asociada con las funciones de planificación y el control de los impulsos, están involucradas en el trastorno.
Las hormonas asociadas con la violencia y la agresión, como la testosterona, también pueden desempeñar un papel en estos trastornos. Por ejemplo, los investigadores sugieren que las mujeres pueden ser más propensas a desarrollar tipos menos agresivos de trastornos del control de los impulsos, como la cleptomanía o la tricotilomanía, mientras que los hombres pueden ser más propensos a desarrollar tipos más violentos y agresivos, como los pirómanos y el trastorno explosivo intermitente.
La investigación también ha demostrado un vínculo entre ciertos tipos de epilepsia y el comportamiento impulsivo violento. Los estudios han demostrado que las personas con trastornos del control de los impulsos tienen tasas más altas de adicción y trastornos del estado de ánimo en sus familiares.
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