Problemas y diagnósticos relacionados con el TDAH en niños

Problemas y diagnósticos relacionados con el TDAH en niños

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) no suele ocurrir solo en niños y adolescentes. Los problemas concurrentes comunes incluyen problemas de aprendizaje, trastorno afectivo disruptivo y trastorno negativista desafiante.

Cuando su niño o adolescente se ve afectado por otros problemas de salud mental, estos a menudo se tratan con TDAH. La mejor manera de abordar los problemas de salud mental de su niño o adolescente es trabajar con un profesional de la salud mental calificado y con experiencia, como un psicólogo infantil.

Discapacidad de aprendizaje

Aproximadamente uno de cada cuatro niños con TDAH también tendrá un tipo específico de discapacidad de aprendizaje.

En preescolares, esto a menudo se manifiesta como dificultad para entender ciertos sonidos o palabras y/o para expresarse verbalmente. En los niños en edad escolar, pueden presentarse dificultades de lectura o de ortografía, problemas de escritura y dificultades con las matemáticas.

Un tipo específico de dislexia, la dislexia, es muy común. La dislexia afecta hasta al 8% de los estudiantes de primaria.

Un niño con TDAH puede tener dificultades para aprender, pero una vez que el TDAH se trata con éxito, por lo general puede aprender adecuadamente. Los problemas de aprendizaje, por otro lado, requieren un tratamiento especial.

Trastorno Negativista Desafiante (ODD)

El trastorno negativista desafiante es un trastorno mental que se caracteriza por ira o irritabilidad frecuentes y persistentes, conducta discutidora o agresiva y vengatividad. Puede ocurrir en un solo entorno (generalmente un hogar), pero debe ocurrir regularmente durante al menos 6 meses y con al menos una persona que no sea un hermano.

Afecta hasta la mitad de los niños con TDAH, especialmente los varones.

Para satisfacer este diagnóstico, la resistencia de un niño debe interferir con su capacidad para funcionar en la escuela, el hogar o la comunidad.

Los niños con ODD tienden a comportarse de manera obstinada y desobediente y pueden tener rabietas, discutir con los adultos y negarse a seguir las reglas. Pueden molestar deliberadamente a los demás, culpar a los demás, guardar rencor, guardar rencor o incluso vengarse.

desorden de conducta

El trastorno de conducta es un patrón más severo de comportamiento antisocial que eventualmente puede aparecer en 20 a 40 por ciento de los niños con TDAH. Se define como un patrón de comportamiento que viola los derechos o las normas sociales de los demás. Los síntomas incluyen comportamiento excesivamente agresivo, intimidación, agresión física, crueldad con las personas y las mascotas, vandalismo, mentiras, ausentismo escolar, vandalismo y robo.

Estos niños corren un alto riesgo de meterse en problemas en la escuela o con la policía. También se enfrentan a un alto riesgo de drogas experimentales, así como a la dependencia y el abuso posteriores. Necesitan ayuda inmediata o el trastorno de conducta puede convertirse en un trastorno de personalidad antisocial.

ansiedad y depresión

Los niños con TDAH también pueden tener problemas de ansiedad y/o depresión. El tratamiento de estos problemas puede ayudar a los niños a lidiar con su TDAH de manera más efectiva. Esto también funciona a la inversa: un tratamiento eficaz para el TDAH puede reducir la ansiedad o la depresión de un niño al mejorar la confianza en sí mismo y la capacidad de concentración.

Trastorno Bipolar y Trastorno Emocional Disruptivo

Dado que tanto el TDAH como el trastorno bipolar pueden tener algunos síntomas, a menudo es difícil distinguir entre las dos condiciones. Por esta razón, no existen estadísticas precisas sobre cuántos niños con TDAH también tienen trastorno bipolar. En la última edición del Manual de referencia para el diagnóstico de los trastornos mentales, DSM-5, a los niños se les puede diagnosticar un trastorno afectivo disruptivo, en lugar de un trastorno bipolar.

El trastorno bipolar es una condición definida por emociones extremas que ocurren en un espectro que va desde la depresión debilitante hasta la manía desenfrenada. Entre estos estados, un individuo puede experimentar una gama normal de emociones.

Sin embargo, el trastorno bipolar en los niños a menudo implica un ciclo más rápido de estados emocionales extremos, incluso dentro de una hora. Los niños también pueden experimentar síntomas maníacos y depresivos. Los expertos describen el patrón como un trastorno crónico del estado de ánimo, que incluye irritabilidad (ahora diagnosticado como trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo en los niños).

Los síntomas que pueden superponerse entre el TDAH y el trastorno bipolar incluyen aumento de la energía y disminución de la necesidad de dormir. Pero la euforia y la arrogancia, un sentido exagerado de superioridad, son claras características del trastorno bipolar.

Sindrome de Tourette

A veces, un niño o adolescente con TDAH puede tener un trastorno neurológico hereditario llamado síndrome de Tourette. Esto suele ocurrir en la infancia y se caracteriza por múltiples tics corporales (motores) y al menos un tics vocal (voz). Estas sacudidas nerviosas y comportamientos repetitivos pueden incluir parpadeo, espasmos faciales, muecas, carraspeo frecuente, ronquidos, olfateo o ladridos. Estos síntomas se pueden controlar con medicamentos.

Aunque este síndrome es raro, es común que las personas con síndrome de Tourette tengan TDAH. Ambas enfermedades requieren tratamiento.

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