Aceptar y superar la ansiedad
Así que estás en medio de una reunión de negocios, un Walmart, un centro comercial, el juego escolar de tus hijos y de la nada. Esperas que este sentimiento pase rápido y nadie se dé cuenta. Muchos sufren en silencio, albergando sentimientos de vergüenza o falta de control. El culpable: la ansiedad.
La ansiedad puede ser provocada por eventos o situaciones; sin embargo, también puede aparecer sin motivo alguno. Los síntomas varían de una persona a otra y generalmente de un episodio a otro. La ansiedad puede causar opresión en el pecho, dificultad para respirar, mareos, confusión, palpitaciones, malestar estomacal y una sensación de querer huir. No es de extrañar que la ansiedad pueda ser tan aterradora y debilitante para el individuo.
Es importante saber que encontrar y comprender la causa raíz de la ansiedad a menudo hace que sea más fácil de manejar. Muchos terapeutas están de acuerdo en que esto es fundamental para seguir adelante. Según mi experiencia, pedir a las personas que identifiquen pensamientos o sentimientos que precedieron a la ansiedad suele ser un buen punto de partida. También puede ser beneficioso considerar cómo es el entorno.
Mantenga un diario de ansiedad si su ansiedad parece estallar con frecuencia o parece no tener una causa identificable. Traza cuándo ocurrió la ansiedad, escribe la mayor cantidad de información posible y califica la ansiedad en una escala del 1 al 10. Registrar la ansiedad puede proporcionar información sobre la causa y puede mostrar diferentes patrones.
Una vez que haya identificado la causa, trate de cuestionar la idea. Si es miedo al peligro, deténgase y pregunte si realmente está en peligro. Cabe señalar que comprender la causa subyacente puede hacer que la ansiedad sea más manejable, pero no necesariamente hará que desaparezca. Si tú o alguien que conoces está luchando contra la ansiedad, no dudes en buscar ayuda.
Para muchas personas, es importante encontrar una cura para la ansiedad. Hay muchas opciones para tratar la ansiedad: remedios a base de hierbas o naturales, medicamentos, terapias o una combinación de estos. Un médico o terapeuta capacitado puede guiar a una persona para encontrar el mejor tratamiento. La terapia permite a las personas realizar los cambios necesarios en el estilo de vida para afrontar mejor la ansiedad.
Además de las opciones de tratamiento, hay maneras de ayudarse a sí mismo. La ansiedad generalmente se desencadena por la percepción. La cognición se puede cambiar reentrenando el cerebro y desafiando los pensamientos negativos. Esto se puede hacer de dos maneras: reemplazando los pensamientos negativos por positivos o cuestionando los pensamientos negativos.
Por ejemplo, si el pensamiento negativo que produce ansiedad es: “Mañana voy a hacer un mal examen”, reemplace inmediatamente el pensamiento con “Mañana me irá bien en el examen”. Si se hace de manera consistente, se convierte en una segunda naturaleza, y la ansiedad a menudo se contiene antes de que se salga de control.
Cuestionar los pensamientos negativos te obliga a desafiar tu forma de pensar y cambiar tu perspectiva. Ejemplos de este tipo de preguntas son:
- ¿Hay una mejor manera de ver esta situación?
- ¿Esto realmente sucederá?
- ¿Te preocupa que esto me ayude?
También puedes liberarte del papel de preocupado e imaginar cómo aconsejarías a otros en la misma situación. ¿Les dirás que se preocupen? ¿Les dirás que no tienen por qué preocuparse? ¿Cómo los ayudarás a tener una perspectiva más positiva?
También puede ayudarse a sí mismo reconociendo que su ansiedad existe. No trate de ignorar los pensamientos y sentimientos de ansiedad, esto a menudo lo empeora. Abrázalos por lo que son: pensamientos y sentimientos. Trate de recordar reaccionar racionalmente y encontrar formas de manejar la situación con calma. Quédate en el momento. Es fácil decirse a sí mismo: “Oh, no, esto sucedió de nuevo y va a ser malo.” También es fácil quedar atrapado en pensamientos negativos. Presta atención a dónde estás en ese momento. Encuentra un punto focal y respira. Visualiza tu cuerpo calmándose y los sentimientos negativos desapareciendo.
Ninguna de estas son tareas particularmente fáciles. Ellos practican. Explora tus opciones y encuentra lo que funciona mejor para ti. Esta podría ser una pregunta de prueba y error. Es poco probable que este cambio suceda de la noche a la mañana, pero si es constante, verá algunos beneficios.
Cabe señalar que muchos síntomas de ansiedad pueden ser causados por condiciones médicas graves, mala alimentación o efectos secundarios de medicamentos. Si experimenta síntomas físicos, lo mejor es consultar a un médico lo antes posible. Mejor prevenir que lamentar. Un médico puede descartar posibles problemas físicos y, si te sientes ansioso, puedes iniciar un viaje para superarlo.
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